viernes, 20 de febrero de 2009

Hilos de sueños

Alma de bailarina,
bailando al son que le tocan,
a veces,
cimbreándose libre al viento,
otras...

Alma de bailarina,
brazos extendidos al cielo,
al aire..
tratando de sujetar
el hilo imposible
de sueños que se alejan...

Sueños...
cometas voladoras
dejan
a su paso
estelas de colores
en mi cielo

6 comentarios:

mikkonoss dijo...

El son que tocan se repite
renovado y diferente,
a veces igual.
Y el hilo,
a veces los sueños
caprichosos te lo dejan sujetar.
Y bailas con ellos.
Entonces las estelas de colores y tus pasos se confunden,
en otro cielo.

beker dijo...

Me gustó esa expresión: sueños como cometas voladoras que dejan estelas de colores... de muchos colores, un abrazo querida tisbe

Loretxu dijo...

Gracias por tu visita! un abrazo y vuelve cuando quieras!!!!!

Anónimo dijo...

y entre tus brazos extendidos al cielo...
unas veces está la luna....
pero siempre está el sol...
¿o no...?...si¡¡¡¡¡¡

Miguel Schweiz dijo...

alma de bailarina
que se somete con las puntas
para no posarse

acoplada a la luna
reflejada de estrellas
no hay sueños imposibles
le decía el hado de la noche

no hay silencios
en el aire
los cometas van dejando la estela
en donde al fin tus pies se posan

alma de bailarina
no cedas

Besos :)

mapasito dijo...

ALMA DESNUDA

Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al inviemo que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
Con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia,
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega,

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.


storni